Escrito por: Maria Cristina Angel – Fisioterapeuta y Entrenadora Certificada de Low Pressure Fitness (LPF-CT)
En María Cristina Angel – Fisioterapia nos preocupamos por el bienestar y salud de nuestros pacientes. Por esto contamos con diferentes tipos de terapias, Fisioterapia, Hipopresivos y la Terapia Craneosacral. Con este artículo queremos dar a conecer los fundamentos, enfoque, efectos y aplicaciones de la Terapia Craneosacral.
Fundamentos de la Terapia Craneosacral
La Terapia Craneosacral pertenece a la Osteopatía, esta última desarrollada por Andrew Taylor Still, médico y cirujano en los EEUU en 1874 cuando emite la hipótesis que el inmenso tejido de sostenimiento del cuerpo llamado ‘fascia’ -que reúne todos los elementos del cuerpo humano (huesos, articulaciones, vísceras, glándulas, vasos, nervios)- pudiera ser el tejido más importante del cuerpo y ser el origen de numerosas patologías del hombre cuando restringe la circulación de los fluidos (sangre, linfa, líquido cefalorraquídeo) al ser los lugares de intercambios que permiten a las células recibir las sustancias que necesitan para vivir y cumplir con sus funciones.
Respeta la relación entre el cuerpo, la mente y el espíritu, y pone énfasis en la integridad estructural y funcional del cuerpo y su tendencia intrínseca a auto sanarse. Basado en la idea de que el ser humano es una unidad funcional dinámica, en la cual todas las partes están interrelacionadas, y que posee sus propios mecanismos autorreguladores y autosanadores.
Sustancialmente, existen tres tratamientos en Osteopatía:
- Estructural, que se dirige especialmente a los trastornos de las estructuras óseas, musculares y articulares.
- Visceral, que se interesa por los órganos como el hígado, el riñón y el estómago.
- Craneal, que insiste en la noción de movilidad de los huesos del cráneo y se dirige al desarrollo del recién nacido, del niño, así como a los trastornos funcionales del adulto.
Enfoque terapéutico de la Terapia Craneosacral
El Dr. John E. Upledger con un equipo de investigadores, expresaron la creencia de que podían producir cambios terapéuticos usando “manipulaciones” lentas y suaves de los huesos del cráneo, por lo cual realizaron una extensa investigación sobre la terapia craneosacral en la Universidad Estatal de Michigan en 1970.
Según Upledger, el sistema craneosacral es un sistema fisiológico funcional, cuyas partes anatómicas están compuestas por:
- Las meninges (tres membranas de tejido conjuntivo que recubren el cerebro y la médula espinal).
- Las estructuras óseas en las que se insertan las meninges.
- Otras estructuras de tejido conectivo íntimamente relacionadas con las meninges.
- El Líquido Cefalo Raquídeo (LCR).
- Todas las estructuras relacionadas con la producción, reabsorción y contención del LCR.
Upledger describió que la terapia se enfoca hacia las membranas y el líquido cefalorraquídeo que rodean el cerebro y la médula espinal, así pues, el sistema craneosacral estaría íntimamente relacionado, pudiendo influir y estando influido por:
- El sistema nervioso.
- El sistema músculo-esquelético.
- El sistema vascular.
- El sistema linfático.
- El sistema endocrino.
- El sistema respiratorio.
En general, a través del mecanismo de ajuste craneal, se intenta equilibrar las tensiones membranosas intracraneales para mejorar la salud general del individuo.
Efectos y aplicaciones de la Terapia Craneosacral
Así, la terapia tienen efectos locales en el cráneo y efectos distales en el resto del cuerpo al mejorar la función fisiológica y ayudar a la homeostasis que ha sido alterada por disfunción de los componentes relacionados con el sistema somático, estructuras óseas, articulares y miofasciales y elementos vasculares, linfáticos y neurales relacionados a través de técnicas terapéuticas manuales.
En conclusión, la terapia craneosacral usa la relación entre estructura y función para optimizar las capacidades autorreguladoras y autosanadoras del cuerpo y trata principalmente las patologías musculoesqueléticas más frecuentes: Lumbalgias, cervicalgias, dorsalgias, esguinces de tobillo, esguinces cervicales , omalgias (dolores de hombro), tendinitis, artritis y en definitiva aquellas afectaciones osteomusculares habituales.También es muy eficaz en casos específicos de migrañas, vértigos, otitis, problemas circulatorios, digestivos, endocrinos, ginecológicos, urológicos, neurológicos, traumatológicos, etc.
*Para ser Terapeuta Creneosacral no se requiere ser osteópata, es más muchos somos Fisioterapeutas pero debemos tener una formación en esta, en Maria Cristina Angel – Fisioterapia nos formamos con el Instituto Upledger de México, porque como fisioterapeutas creemos que las manos ejercen un papel importante en la sanación.
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