La fibromialgia es una enfermedad común que afecta especialmente a las mujeres, provoca una alteración de los mecanismos del dolor cotidiano, dando lugar a episodios de dolor y fatiga más o menos intensos.
La fisioterapia puede jugar un papel importante en el tratamiento de esta enfermedad, especialmente en la mejora de las condiciones de vida de los afectados.
He realizado varios cursos de formación específicos, entre ellos la certificación en LPF Hipopresivos y Terapia Craneosacral que utilizo en pacientes con fibromialgia.
Fibromialgia: causas aún desconocidas
Aunque la fibromialgia es una enfermedad conocida, aún no se explican sus causas. Esta enfermedad provoca dolores musculares crónicos en las personas que la padecen, pero no existe una lesión visible en los músculos para comprenderla. Sin embargo, algunos factores plausibles están siendo considerados actualmente por los investigadores:
- anomalías fisiológicas del sistema nervioso;
- Factores genéticos;
- uno o más períodos de estrés intenso.
Síntomas del día a día
Si las causas de la fibromialgia aún no se comprenden bien, los síntomas de esta enfermedad son bien conocidos.
El cansancio
La fatiga diaria, también llamada fatiga crónica, encabeza la lista de síntomas. La persona afectada puede sufrir falta de sueño o tener la impresión de que su sueño no es reparador (sensación de fatiga al despertar). El dolor persistente e intenso también tiene un fuerte impacto en la fatiga.
El dolor
El dolor crónico también es un síntoma importante de esta enfermedad. Hay dos tipos de dolor:
- dolor muscular irregular y difuso que provoca tensión en todo el cuerpo, que puede ir acompañado de rigidez al despertar y dolor al tacto en determinados lugares y en ocasiones incluso en todo el cuerpo. El cuello y los hombros suelen ser los primeros lugares dolorosos, seguidos de la espalda, el pecho, los brazos y las piernas;
- dolor constante que varía según las actividades físicas y el estado emocional del individuo.
Otros síntomas
También se pueden añadir otros síntomas menos característicos. Hablamos entonces de dolores de cabeza (migrañas), ansiedad, depresión, dificultad para concentrarse, síndrome del intestino irritable, vejiga irritable o incluso aumento de la agudeza de los sentidos.
Los beneficios de la fisioterapia en el día a día de las personas con fibromialgia
Hasta la fecha, no existe un tratamiento reconocido que sea 100% efectivo. Sin embargo, se ha demostrado que un abordaje interdisciplinario y una fuerte implicación del paciente en su tratamiento resultan muy efectivos para combatir la enfermedad.
En consecuencia, la fisioterapia puede convertirse en una valiosa aliada para ayudar al paciente a controlar su dolor y mejorar su situación. La fisioterapia interviene en diferentes aspectos:
- la reducción de tensiones;
- mejorar la resistencia en las actividades diarias (vida y trabajo);
- la reanudación de la actividad física;
- la liberación de ciertas articulaciones;
- el manejo del dolor.
Su objetivo es devolver el control de su vida (a nivel físico) a la persona afectada.
Por ello, para marcar la diferencia, la colaboración entre el paciente y la fisioterapeuta es crucial. Esta última debe comprender completamente la realidad del paciente y tratar de definir objetivos diarios que puedan motivarlo.
El entrenamiento con LPF (Low Pressure Fitness) Hipopresivos para tratar la fibromialgia permite hacer pequeñas diferencias en la vida diaria de las personas afectadas. Este abordaje activo permite al paciente tomar conciencia de la situación de su cuerpo en el espacio a la vez que le ayuda a conectarse con su cuerpo e identificar los movimientos que provocan o intensifican su dolor. Reprogramando y tonificando los musculos posturales y abdominales generando un movimiento mas efectivo que permite reducir el dolor, recuperar la confianza y optimizar su nivel de vida.
Dado que cada caso es diferente y no existe un tratamiento único, la fisioterapeuta puede utilizar diferentes métodos que tengan en cuenta las capacidades físicas y el estado emocional de cada individuo. Estos son algunos de los métodos que se pueden utilizar:
- estiramiento de las cadenas musculares para reducir la tensión;
- preparación física adecuada;
- ejercicios destinados a modificar la percepción del cuerpo en el espacio;
- ejercicios para realizar en el agua;
- Ejercicios para hacer en casa que ayuden a retomar las tareas diarias y la actividad física;
- Terapia craneosacral, para disminuir dolor, producir relajación y ayudar al cuerpo a su propia autosanación.
Finalmente, es importante destacar que el manejo del estrés y las emociones también juega un papel importante en el tratamiento. La medicación es importante, pero no es responsabilidad del profesional de fisioterapia, de ahí la importancia de un abordaje interdisciplinario.